La falta de presupuesto para el mantenimiento y operación del monitoreo del volcán Tungurahua, en proceso eruptivo desde hace doce años, estaría poniendo en riesgo la labor que se cumple desde el observatorio de Guadalupe.
Según la técnica del Instituto Geofísico (IG) de turno en el observatorio, Patricia Mothes, el presupuesto que destina el gobierno nacional anualmente es de $ 250.000 para toda la red de sismología y vulcanología que opera en todo el país, cuando para lo que es el monitoreo del Tungurahua se requieren de $ 257.000 en el año.
Manifestó que en la actualidad en el volcán funcionan 46 estaciones, como sismógrafos, GPS, inclinómetros, cuatro detectores de gases, cámaras, detectores de flujos, que fueron instalados a través del proyecto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, plan que se terminó en octubre del año anterior, pero que ahora no cuenta con presupuesto.
Mothes pone en duda la presencia del técnico que en la tarde de mañana debería hacer el relevo para el turno de la siguiente semana, al advertir que para cumplir con su trabajo tuvo que poner de su cuenta personal incluso para el combustible del vehículo que hace trabajo de campo, "no creo que ningún otro técnico va a poner los fondos personalmente como yo".
Incluso explicó que cinco paneles solares que alimentan de energía las baterías de las estaciones de monitoreo instaladas en la montaña fueron afectados en la reactivación del volcán del pasado sábado 4 de febrero, pero que no se sabe para cuando pueden ser repuestos porque no hay los recursos, al advertir que cada uno cuesta entre $ 300 a $ 400.
lunes, 13 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario